En este precioso rinconcito, nuestro Círculo virtual, compartiremos las actividades de Aguará, así como lecturas, reflexiones, recetas, música e imágenes inspiradoras para que siga aflorando la belleza de lo femenino. Bienvenid@s...
Círculo de mujeres
martes, 31 de diciembre de 2013
sábado, 28 de diciembre de 2013
Para utilizar la energia de la luna !
CALENDARIO LUNAR 2014 para vivir con la luna
LUNA NUEVA: buen día para comenzar una cura de reposo, una dieta depurativa o un ayuno
CUARTO CRECIENTE: momento óptimo para iniciar un proyecto o aprender cosas nuevas
LUNA LLENA: ideal para obtener el máximo rendimiento físico o dedicarse con especial intensidad a cualquier actividad
CUARTO MENGUANTE: Buen momento para la interiorización
LUNA NUEVA: buen día para comenzar una cura de reposo, una dieta depurativa o un ayuno
CUARTO CRECIENTE: momento óptimo para iniciar un proyecto o aprender cosas nuevas
LUNA LLENA: ideal para obtener el máximo rendimiento físico o dedicarse con especial intensidad a cualquier actividad
CUARTO MENGUANTE: Buen momento para la interiorización
domingo, 22 de diciembre de 2013
La importancia de los ancestros
Los Arboles Genealógicos viven en cada uno de Nosotros“El daño se transmite de generación en generación: el embrujado se convierte en embrujador, proyectando sobre sus hijos lo que fue proyectado sobre él, a no ser que una toma de consciencia logre romper el círculo vicioso.
No hay que temer hundirse profundamente en uno mismo para enfrentar la parte del ser mal constituido, el horror de la no realización, haciendo saltar el obstáculo genealógico que se levanta ante nosotros como una barrera y que se opone al flujo y reflujo de la vida.
En esta barrera encontramos los amargos sedimentos psicológicos de nuestro padre y de nuestra madre, de nuestros abuelos y bisabuelos. Tenemos que aprender a desidentificarnos del árbol y comprender que no está en el pasado: que tenemos un problema que nos parece individual, toda la familia está concernida. En el momento en que nos hacemos conscientes, de una manera o de otra la familia comienza a evolucionar. No sólo los vivos, también los muertos. El pasado no es inamovible. Cambia según nuestro punto de vista.
Ancestros a quienes consideramos odiosamente culpables, al mutar nuestra mentalidad, los comprendemos en forma diferente. Después de perdonarlos debemos honrarlos, es decir, conocerlos, analizarlos, disolverlos, rehacerlos, agradecerles, amarlos, para finalmente ver el “buda” en cada uno de ellos. Todo aquello que espiritualmente hemos realizado podría haberlo hecho cada uno de nuestros parientes. La responsabilidad es inmensa. Cualquier caída arrastra a toda la familia, incluyendo a los niños que están por venir, durante tres o cuatro generaciones.”
Alejandro Jodorowsky en “La danza de la realidad”
lunes, 16 de diciembre de 2013
domingo, 8 de diciembre de 2013
sábado, 7 de diciembre de 2013
lunes, 25 de noviembre de 2013
domingo, 17 de noviembre de 2013
El vínculo con la madre
El vínculo que tuvimos con nuestra
madre en nuestra primera infancia configura todos nuestros vínculos desde
personas hasta el dinero. Así de importante es.
Nuestro diseño como especie humana
nos lleva a buscar el placer para vivir. Este impulso comienza en
el útero que es un perfecto paraíso y es un continuum placentero durante el parto,
seguido de la impronta, la exterogestación, lactancia y crianza. Una etapa se enlaza con la otra, asegurando que los procesos en todos los planos (físico, emocional, energético) fluyan y se potencien. La oxitocina lidera
todas estas instancias, dando la información del placer que se siente
en el alma y en el cuerpo. Un parto en intimidad, oscuridad, a tiempo, asegura
la liberación necesaria de oxitocina, con ello, un parto placentero. Un parto placentero
asegura una descarga descomunal de oxitocina como nunca en toda la vida y de otras
sustancias opiáceas que producen un real enamoramiento y un deseo desenfrenado
de simbiosis con el bebé. Este potente fenómeno llamado Impronta, ocurre en las dos primeras horas luego del parto. Esto asegura una lactancia placentera, un apego
seguro, promueve la exterogestación y la conexión en el plano emocional con el
bebé para entender y traducir sin necesidad de manual alguno lo que la criatura manifiesta. Todos estos acontecimientos facilitan la
crianza que en los primeros años va a implicar una cercanía física y psíquica muy importante con la madre.
Lamentablemente esto no pasó en la
mayoría de nosotr@s. La mayoría no atravesamos las etapas de esta
forma: no nacimos así y fuimos separadas de nuestras madres al poquito de nacer, perdiendo la impronta.
Con el cliché de que la infancia es la mejor época de nuestra vida, es fácil pensar que fue maravillosa porque a su vez no recordamos todo y además tenemos muchos mecanismos para sobrevivir a la falta de placer. La mayoría nacimos en partos
hospitalarios que ya garantizan un entorpecimiento de las primeras etapas sobre
todo la impronta, por más buena voluntad que haya por parte del personal de
salud. Afortunadamente aunque sin impronta se puede generar apego. Luego
nuestra crianza en la mayoría de los casos fue muy operativa pero carente de
conexión emocional, o muy autoritaria, o de poco contacto físico, poca mirada, falta de palabras, aridez emocional, poca vitalidad o reglas muy
rígidas para nuestro universo infantil. Y más explícito golpes y palizas.
Esto entra dentro de la lógica de dominación de unos sobre otros de esta civilización patriarcal en la que vivimos desde hace 5000 años, que obligatoriamente necesita individuos desconectados, sumisos y agresivos, que vivan en un permanente estado de carencia (afectiva y material). Si
hace 5000 años estamos en este berenjenal, tampoco nuestras madres
corrieron con mejor suerte. Es decir que también tienen heridas.
En constelaciones familiares, la familia se considera un
sistema y dicho sistema tiene un orden para funcionar armoniosamente. Los
padres se colocan detrás de sus hijos y los miran. Lo que sucede con mucha
frecuencia, debido a todo lo mencionado, es que nuestras madres crecieron físicamente es decir, son adultas corporalmente pero emocionalmente son niñas con heridas a cuestas y no pudieron mirarnos como necesitamos. Nosotras en nuestra
calidad de niñas y nuestra necesidad vital de ser miradas y amadas, las miramos a ellas perdiendo mucha energía vital. Aclaremos que esto sucede siempre
desde el amor. Todas las madres hacen todo lo mejor y desde la capacidad de
amar que tengan. Esto no es una invitación a juzgar a las madres ni a
crucificarlas. Esto es una invitación a mirar lo que hay y comprender que esas
heridas se dan dentro de un contexto y una cultura y que nuestras madres son
víctimas de esto también. Así como las madres deben mirar a sus hijas, los
hijos tienen que agradecer siempre, no importa como sea la relación actual o
como haya sido en el pasado, el hecho de que nuestra madre nos dio la vida.
Durante nuestra infancia se estructura dentro nuestro una energía masculina (que nos lleva a concretar), nuestra niña interior que vibra con la alegría, el juego, la creatividad y nos conecta con los niños reales hoy y la madre interna. La madre interna es nuestra intuición, nos cuida, nos levanta en momentos tristes, nos recompone. La madre interna es análoga a nuestra madre real, a nuestra experiencia con nuestra madre. Estas figuras viven para siempre en nosotras. Y necesitan alimento espiritual.
Todas las dificultades que se
presentan en la vida actual, aunque hayamos comenzado de nuevo, tienen su raíz
en ese vínculo. Por eso comenzamos este ciclo de círculos, para poner el pie en
esta base tan importante. Sin dedicar a través del camino que sea, un tiempo a sanar
este lazo, muchas cosas se van a trancar, y vamos a dar vueltas sobre los
mismos temas ilimitadas veces.
El hecho de verlo ya comienza a trabajar. Hay veces que no alcanza una vida para sanar porque hay mucha carga,
pero seguro abrimos un canal y vamos asegurando limpiar el camino para las
siguientes generaciones.
viernes, 15 de noviembre de 2013
Enseñar las vergüenzas
Me enseñaron la vergüenza.
Me enseñaron a avergonzarme de mi cuerpo, de mis actos, de mis pensamientos.
Me enseñaron que lo que pienso es absurdo, que lo que hago es ridículo, que lo que deseo es sucio.
Y aprendí a no decir lo que pensaba, por vergüenza de que alguien a mi alrededor pensara algo mejor.
Y aprendí a no hacer lo que me apetecía, por vergüenza de que alguien a mi alrededor creyera que era inoportuno.
Y aprendí a no perseguir lo que deseaba, por vergüenza de que alguien a mi alrededor opinara que era inapropiado.
No contenta con someterme a la mirada externa, me plegué también a la vergüenza ajena.
Y aprendí a preguntarle a la vergüenza cómo vestirme, no vaya a ser que alguien pensara que voy buscando gustar, destacar. Y aprendí a escuchar a la vergüenza al desnudarme, no vaya a ser que me sintiera cómoda en mi cuerpo, y me acostumbrara a enseñar(me)lo sin miedo. Y aprendí a consultar con la vergüenza antes de abrir la boca, no vaya a ser que dijera sin filtro lo que me pasa por la cabeza, y se enterara la gente.
Y dejé de bailar, de reír a carcajadas, de rascarme el culo, de preguntar lo que no entiendo, de opinar lo que pienso, de compartir lo que siento, de pedir ayuda, de ponerme faldas, de ir a la playa, de comer o llorar en la calle, de ir sin sujetador, de pintarme, de salir sin pintar, de bajar a la calle despeinada, de usar esa ropa que dicen que no me pega nada, de llamar a quien echo de menos, de tomar la iniciativa, de decir que no, de decir que sí, de quejarme, de vanagloriarme, de estar orgullosa, de admitir que estoy asustada.
Y, a base de sentirme cada día más avergonzada, entendí que mi vergüenza nunca iba a sentirse saciada. Que toda la vida iba a imponerse entre yo y mi representante impostada. Así que busqué a mi sinvergüenza interna. Y le costó salir un poco, le daba vergüenza. Pero acabó sacándome a bailar, haciéndome dúo al cantar, saliendo conmigo a la calle con la cara sin lavar, animándome a hablar, a ignorar las cosas que me deberían avergonzar...
Y ahora no tengo tiempo para sentir vergüenza. Estoy ocupada viviendo.
jueves, 14 de noviembre de 2013
¿Cómo ayudar a mi hija a tener una sexualidad saludable y plena?
La respuesta es simple: teniendo yo misma una sexualidad saludable y plena, porque lo que las madres transmitimos a nuestras hijas es lo que somos realmente, con todas nuestras luces y sombras. Y una sexualidad saludable y plena implica conocerte y aceptarte para poder amarte, cuidarte y tomar decisiones conscientes" Anna Salvia Ribera
La respuesta es simple: teniendo yo misma una sexualidad saludable y plena, porque lo que las madres transmitimos a nuestras hijas es lo que somos realmente, con todas nuestras luces y sombras. Y una sexualidad saludable y plena implica conocerte y aceptarte para poder amarte, cuidarte y tomar decisiones conscientes" Anna Salvia Ribera
La autora Carla Trepat de manera dulce, cuenta la historia de Lilith y su devenir mujer a través de bellas metáforas.
El libro tiene tapa dura, hermosas ilustraciones y una guía didáctica a cargo de Anna Salvia Ribera, Psicóloga especialista en salud sexual y reproductiva y se dedica a dar charlas y talleres sobre las etapas sexuales de la mujer y el acompañamiento de la sexualidad durante la infancia y adolescencia, colaborando con la Associació de Planifiació Familiar de Catalunya i les Balears y como freelance. Es madre de una niña y en 2012 publicó el libro Viaje al Ciclo Menstrual.
Pedidos a circulodemujeresaguara@gmail.com
martes, 12 de noviembre de 2013
¡Sanando heridas con la madre en Treinta y Tres!
El 9 de noviembre de 2013 realizamos un hermoso Círculo de mujeres en Treinta y Tres invitadas por la Lic. en Psicología Laura Barrios en nombre de la ONG Rayo de Sol, a quienes agradecemos profundamente esta oportunidad. "Sanando heridas con la madre", está pensado para hacerse en 3 encuentros pero adecuamos el círculo para empezar a caminar ese recorrido tan necesario.Una vez más comprobamos la energía que se despliega en cada encuentro y lo bien que nos hace. ¡¡¡Qué mujeres!!! ¡¡¡cuánta belleza y entrega!!! ¡¡¡muchas gracias por participar!!!
Aquí dejamos algunas imágenes que captamos para compartir
Centro del Círculo, bellos elementos
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¡Todo listo para comenzar! |
Meditación de la niña herida |
Propuesta de trabajo manual |
Merienda |
Postre enseñado por la abuela materna de una de las participantes |
¡El Círculo empoderado! |
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